Hay momentos en los que algo se cruza en tu camino y te abre los ojos. Puede ser cualquier cosa o suceso; ya que lo importante no es el suceso en si, sino lo que para el individuo significa. Ya que cada uno generamos nuestra propia realidad y portamos nuestra verdad basada en nuestra experiencia vital.
Una noche andando por el campus se cruzó un escorpión en mi camino y me fascinó. Soy un gran amante de los animales y lo que mas me gusta es dejarles en paz y no interrumpir su ciclo ni camino. Pero no me pude resistir; ya que al ser de noche me lo tuve que llevar a un sitio con luz para verlo de cerca. Por supuesto luego fue liberado y volvió a su hábitat.
Observando a este peculiar animal, que según mi parecer es una mezcla entre crustáceo y arácnido, surgieron en mi las ideas de evolución de las especies, paso del tiempo e incluso la vida en tiempo de los dinosaurios. A veces no nos damos cuenta de que ante nosotros hay un maravilloso mundo de estímulos y lecciones que nunca cesan; y si uno está alerta puede sentir la emoción de estar vivo y presenciar el fluir de la energía.
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