STELLA MARIS Y LA BAHÍA DE HAIFA

Sociológicamente, me atrae saber el sentimiento y convicción racional de la gente con respecto a la religión y sus doctrinas. Llegando rápidamente a la conclusión, de que racional no es un término que tenga cabida  en estos campos.

Como en todo ambiente en el que el ser humano se relaciona y coexiste, hay un gran abanico de personalidades y actitudes para con la vida. Desde los mas extremistas que te miran con cara de asombro e incomprensión sin entender porque la gente no es como ellos; y los mas abiertos y bondadosos que siempre tienden la mano sea cual sea tu procedencia y destino. Este Carmelita que encontré era así. Tuvimos una larga conversación enriquecedora y expansiva en la que pude preguntar sin coartarme ni lo mas mínimo. 


Fue maravilloso conversar de esa forma mientras me enseñaba las zonas privadas del monasterio sin razón aparente; creo que fue mi vibración , sinceridad y ganas de conocer lo que rápidamente abrió las puertas de su interior.

Posteriormente descendí la ladera a través de la cueva de Elías hasta llegar a la bahia de Haifa donde me sumergí en sus aguas y trate de reflexionar sobre todo lo sucedido. Fue espiritualmente muy enriquecedor y sorprendente.

Si hubiera mas gente así en las religiones, creo que la humanidad habría tomado un camino drásticamente opuesto y constructivo para el propio ser humano.